lunes, 18 de marzo de 2024

El pequeño Shinran

Shinran nació en Hino, cerca de Kyoto, y recibió el nombre de Matsuwaka-maro. Perdió a sus padres a una edad temprana, lo que le hizo reflexionar sobre la muerte.  El profundo impacto de la fragilidad de la vida le llevó, según la tradición, ordenarse como monje a la corta edad de 9 años. Matsuwaka-maro, el pequeño Shinran, se ordenó como monje budista en el templo Shoren-in de Kioto bajo la tutela de Jien. En el complejo del Monte Hiei permaneció durante dos décadas, hasta que a los 29 años conoció a Hōnen Shōnin y emprendió el camino del nembutsu. 

A continuación, os presentamos diferentes variaciones del poema de ingreso del pequeño Shinran en la vida de monje en el templo Shoren-in.


Versión 1

No digas, habrá un mañana

ya que esta noche el viento (de la impermanencia) puede soplar y no llegar nunca el alba;

los pétalos de la flor de cerezo yacen esparcidos en la tierra.


Versión 2

Como las flores del cerezo, 

el corazón que planea el mañana es efímero 

¿qué repentina tormenta no puede surgir en medio de la noche?


Versión 3

Para quien cuenta con el mañana,

como la frágil flor del cerezo,

esta noche, pueden soplar vientos inesperados.


Versión 4

Como flores de cerezo, 

son las mentes que piensan que hay un mañana,

Pero quién sabe, puede haber una tempestad en la noche.




domingo, 17 de marzo de 2024

A través de los ojos de Amida

Si miras el mundo a través de los ojos del Buda Amitabha, no encontrarás nada problemático; pero si miras el mundo a través de tus propios ojos, te sentirás perdido. 

-Shin’ei Takamatsu.



lunes, 6 de noviembre de 2023

Las piedras se tornan oro

Adaptado de Bits of rubble turn into gold de Taitetsu Unno.

Una de las premisas del Budismo es que ninguna vida o experiencia humana es desperdiciada, abandonada u olvidada. Por el contrario, toda vida y experiencia debe transformarse en sabiduría profunda y un modo de vida compasivo. Esta es la enseñanza detrás del adagio: «Transformar el engaño en despertar». Cualquier piedra aparentemente inservible puede tornarse en oro en la vida cotidiana de un practicante budista. Por ello, el budismo es un camino de optimismo supremo.






domingo, 8 de octubre de 2023

Gutoku Shinran.

    Ciertamente, me doy cuenta de lo penoso que es que yo, Shinran, el tonto de pelo de rastrojo, esté hundido en un océano inmenso de deseos y apegos y me halle perdido entre las vastas montañas de la fama y el beneficio [personal], hasta tal punto que no me alegro en absoluto de entrar en "la etapa de los verdaderamente seguros [en el nacimiento]", y [tampoco] siento la felicidad de ir acercándome a la realización de la iluminación verdadera.  


-Alfred Bloom, The Essential Shinran, 16






Tus bonnô te seguirán allá donde vayas.

    El Sr. Ito de Kyoto confesó en una ocasión al maestro Shichiri: "Como usted sabe, soy un mercader ocupado y, a menudo, tengo que tratar con gente difícil. Cuando se trata de asuntos de trabajo, tengo la inclinación a enfadarme sobre cosas triviales. Si me encuentro con una persona con la que resulta difícil negociar, rápidamente me vuelvo una persona de mal genio y molesto. Las transacciones comerciales dominan mi mente y, con frecuencia, me encuentro atrapado en un estado de constante inquietud sin razón para ello. Así es mi día a día, soy culpable de descuidar la visita al templo para escuchar el dharma. Por ello, pienso en dejar este agotador negocio y volver a mi pueblo natal en Ômi para hacerme granjero, allí podré dedicarme más al nembutsu mientras labro la tierra. ¿Qué opinas de esto, maestro?

    El maestro le contestó: 
    
    "No, no hagas eso. Es cierto que, si abandonases tu profesión actual para convertirte en granjero, podrías escuchar el dharma en los templos para alegría de tu corazón. Sin embargo, me parece que no mucho tiempo después, no te encontrarías mucho mejor que ahora. 

    Puede que no lo sepas, pero en cada una de las actividades relacionadas con el cultivo de la tierra, incluso con pala y arado, estarás provocando a tus pasiones ciegas (bonnô) y estas obstaculizarán tu búsqueda sincera del dharma. Sea como sea, tu alienación gradual con respecto a las enseñanzas no será diferente [a lo que esperas]. 

    Así pues, si, cuanto más te involucres en tu actual trabajo, más de esas pasiones surgirán en ti. Sin embargo, aunque estos [bonnô] darán al traste con tu tarea de escuchar el dharma, al mismo tiempo, también actuarán como acicate para seguir buscando [escuchar el dharma]. 

    Por ejemplo, cuando los troncos de madera son enviados corriente abajo por el río, colisionarán con grandes rocas y otros impedimentos. También, se encontrarán con rincones y curvas que bloquearán su avance fluido. Pero cada vez que los troncos se encuentren un obstáculo, esto servirá de impulso para hacerlos avanzar con más fuerza.

    En un río tranquilo, un río de corriente lenta, los troncos no avanzarán río abajo deprisa; mientras que en un torrente, flotarán rápidamente incluso encontrándose con obstáculos. De igual forma, tus asuntos del día a día en el frenético mundo de los negocios, te brindará una mejor oportunidad de escuchar las enseñanzas. Siendo un granjero en tu provincia, tu vida será más feliz y más apacible pero tu inclinación a escuchar el dharma se verá muy reducida."

    Entonces, el maestro Shichiri le contó la siguiente historia al Sr. Ito: 

    "En el pasado, hubo un hombre llamado Kikai que seguía las instrucciones espirituales de Myoê Shonin de Togano-o. Un día, él le dijo al Shonin: "No puedo practicar como me gustaría porque convivo con mucha gente. Por eso creo que abandonaré este lugar para practicar a solas en lo más profundo de las montañas donde no encuentre ningún viajero."

    Myoê Shonin le contestó: "Ciertamente, podrás practicar más fácilmente viviendo solo en un lugar tranquilo; pero esto no durará mucho. Como dice el poema: "Aunque me retire a las montañas con el deseo de no escuchar ni siquiera el sonido de las olas. El viento soplando sobre las copas de los pinos me supondrá un incordio disfrazado."

    El Shonin continuó: "Antes de que te des cuenta, el sonido de las ondas en un arroyo o del viento soplando sobre los pinos te provocará, indirectamente, pasiones problemáticas. En consecuencia, no serás capaz de seguir el dharma como deseas. Con seguridad que si vives con otros discípulos, muchos más problemas surgirán para tu práctica. No obstante, estos trastornos serán un incentivo para no quedar detrás de otros y para triunfar rápidamente en tus empeños. Pero si vives solo, te volverás complaciente contigo mismo. [Por ello,] no te aconsejo que huyas a las montañas."

    "A pesar de su consejo sincero, Kikai se marchó para aislarse en una montaña. Con bastante seguridad, no mostró signo alguno de progreso y, después de un tiempo, empezó a aflojar en su práctica. Viendo esto, regresó ante el Shonin y le pidió disculpas."

    "¿Qué piensas de esta historia?", preguntó el maestro Shichiri. 

    Profundamente impresionado por lo escuchado, el Sr. Ito regresó a su negocio y reanudó la recitación del nembutsu como antes.

--Thus taught master Shichiri, 2.








El sonido de una sirena en la noche

    Cuando la sirena del camión de bomberos se apaga en la lejanía y el sonido desaparece en la distancia, no piensas más en ello. Pero cuando el sonido agudo de la sirena se aproxima a tu vecindario, escuchas atentamente con todo tu ser. Es la misma sirena pero sus consecuencias son totalmente diferentes.
    Pues bien, las palabras del Buda son como el sonido de la sirena que viene hacia ti y te avisa de los peligros de una vida irreflexiva. Debes escuchar las enseñanzas con el mismo sentido de urgencia e implicación que muestras al oír el grito de la sirena que se aproxima a ti en el aire de medianoche. Entonces, el mensaje del Buda se volverá una parte de ti, y abrirás los ojos al corazón de la realidad, de la serenidad y la plenitud. 
    A medida que pases las páginas de este pequeño libro, recuerda las palabras finales del Buda mientras, silenciosamente, pasaba al nirvana:
    “Todas las cosas estás en constante cambio, 
¡esfuérzate por tu salvación con diligencia!”

—Taitetsu Unno.



lunes, 2 de octubre de 2023

Si no fuera por el barco del voto de Amida...

     Aunque he tomado refugio en el camino verdadero de la tierra pura, es difícil tener una mente verdadera y sincera. Este yo es falso e mentiroso; carezco por completo de una mente pura. 

    Cada uno de nosotros en nuestro porte exterior, aparenta ser sabio, bueno y dedicado; pero tan grande es nuestra codicia, ira, perversidad y engaño que estamos llenos de toda forma de malicia y artimañas. 

    Es extremadamente difícil poner fin a nuestra naturaleza malvada; la mente es como una serpiente o escorpión venenoso. Nuestros buenos actos también están contaminados; por ello, [nuestra práctica] es llamada práctica falsa y vacía. 

    Aunque carezco de vergüenza y reproche, y [tampoco] tengo una mente verdadera y sincera; es por el Nombre que me dirige Amida que los méritos colman las diez direcciones. 

   Sin ni siquiera un pequeña capacidad de amar o de mostrar compasión, no puedo esperar beneficiar a los seres sintientes. Si no fuera por el barco del voto de Amida, ¿cómo podría cruzar el océano de esta dolorosa existencia?

    Con mentes llenas de malicia y artimañas, como serpientes y escorpiones, no podemos llevar a cabo buenas acciones por medio de nuestro poder propio; y a menos que nos encomendemos a la virtud que Amida nos dirige, acabaremos sin conocer la vergüenza y el reproche. 


-Albert Bloom, The Essential Shinran, 15



 

El pequeño Shinran

Shinran nació en Hino, cerca de Kyoto, y recibió el nombre de Matsuwaka-maro. Perdió a sus padres a una edad temprana, lo que le hizo reflex...