Ciertamente, me doy cuenta de lo penoso que es que yo, Shinran, el tonto de pelo de rastrojo, esté hundido en un océano inmenso de deseos y apegos y me halle perdido entre las vastas montañas de la fama y el beneficio [personal], hasta tal punto que no me alegro en absoluto de entrar en "la etapa de los verdaderamente seguros [en el nacimiento]", y [tampoco] siento la felicidad de ir acercándome a la realización de la iluminación verdadera.
-Alfred Bloom, The Essential Shinran, 16
No hay comentarios:
Publicar un comentario